La marca de frutos rojos
El origen de Los Conventos como marca de frutos rojos.
Antes de comenzar con la historia de la marca de frutos rojos «Los Conventos» hay que poner en antecedentes al usuario que esté leyendo este texto; la historia de nuestra explotación agrícola de frutos rojos (en la finca «Los Rondillos») es bastante anterior a la creación de nuestra marca de frutos rojos; La historia de la finca se remonta a los años 80; podrás ahondar más sobre la historia de la finca en la sección «finca de frutos rojos».
Cómo un convento del S.XV se convierte en el logo de una marca de frutos rojos.
La elección del nombre para un proyecto de negocio siempre es un asunto delicado y si es como en este caso, para un proyecto de cultivo y comercialización de frutos rojos de enorme calidad y con certificación de producto ecológico es el doble de complejo, puesto que a penas teníamos modelos de referencia.
A pesar de nuestras dificultades iniciales para dar nombre a nuestra marca de frutos rojos, tal como hemos relatado en la introducción (por diversas circunstancias), cuando ya nos decidimos a dar forma concreta a nuestros planes operativos respecto a nuestra explotación agrícola, pasamos por una serie de etapas, que ahora, con la perspectiva que da el tiempo, nos producen cierto sonrojo y bastante gracia.
En un primer momento, tras darle muchas vueltas, buscamos un nombre que, por un lado, nos definiera perfectamente como marca de frutos rojos y por otro lado, a la vez también nos diferenciara del resto de competidores del sector como proposición única; de esta forma comenzaron a brotar nombres de todo tipo con las palabras arándanos, frambuesas, ecológico, frutas del bosque, frutos rojos y decenas más que, aunque definían bien el proyecto, nos parecían un poco fríos, como sin alma.
Esto era algo que nosotros no podíamos permitir, el nombre de nuestra marca no podía ser una combinación de palabras elegidas al azar sin más, pensábamos que nuestros frutos rojos no se merecían una denominación de ese tipo y así continuamos un tiempo con nuestra reflexión.
Pero, como siempre suele ocurrir, la solución perfecta estaba delante de nosotros (literalmente). Resulta que a escasos 300 metros de nuestra explotación de frutos rojos tenemos la suerte de poder disfrutar de las ruinas de un antiguo convento del S.XV con mucha historia abandonado a su suerte tras la desamortización de Mendizabal; el antiguo convento de Santa Catalina de Siena que tras diversas idas y venidas, actualmente pertenece a nuestro patrimonio familiar. Antiguamente este hermoso templo, ahora parcialmente derruido, albergaba una nutrida congregación de frailes dominicos, en su mayoría de avanzada edad, que pasaban sus últimos días retirados en estos hermosos parajes, un bonito entorno para pasar sus últimos años de vida, un retiro espiritual que también practicó por esta zona (en Yuste; a escasos 4 km) el emperador del sacro imperio romano germánico Carlos I de España y V de Alemania que, al igual que los monjes dominicos de Santa Catalina de Siena, gozaron hasta su último aliento de la paz y tranquilidad que transmite el contacto con la naturaleza y estas espectaculares vistas de frondosos bosques perdidos entre las majestuosas montañas de la sierra de Grados en el norte de Extremadura; un paisaje de ensueño.
Así, el nombre de “Los Conventos” nos pareció la elección más acertada para nuestra marca de frutos rojos, ya que por un lado hace referencia a nuestra historia familiar, por otro tiene una connotación de trabajo, esfuerzo, meditación y calidad y lo más importante, nos encanta el nombre.
