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Tenemos a tu disposición las mejores castañas del mercado, recuerda que son de producción ecológica, ¿Qué por qué son mejores las castañas ecológicas que las normales? pues no sólo porque son mucho más sabrosas y saludables para tu organismo ya que no se han cultivado con pesticidas y otras sustancias tóxicas, sino porque además estarás aportando tu granito de arena contra el cambio climático ya que su cultivo respeta el medio ambiente. No te lo pienses, cómpralas en sólo unos clics y recíbelas cómodamente en tu casa. Leer más sobre las castañas…
Cualquier tipo de fruta, verdura o fruto seco siempre será mucho mejor si es ecológico esencialmente porque es más natural. Nuestro organismo no está hecho para consumir productos altamente tratados en las fábricas para impedir que se pongan en mal estado cuando deberían. Si un producto natural como es la castaña o cualquier fruta o verdura no se consume en su temporada adecuada, es decir, la fecha en la que naturalmente debería ser recolectada y consumida, es porque han modificado artificialmente los ciclos de dicha fruta y si, además, notas que dicha fruta dura sin ponerse en mal estado más de lo normal es porque han sido tratados con productos químicos que no son aptos para el consumo humano en un volumen alto. ¿Te imaginas que por cada producto que consumes hay una pequeña porción que es directamente “veneno” para tu cuerpo si lo consumieses en una cantidad superior? Pues eso es lo que ocurre a día de hoy. Por eso desde la marca Los Conventos siempre recomendamos consumir lo más natural, porque lo más natural habitualmente es lo más sano.
Son muchos los productos que podemos asociar con el otoño, pero pocos despiertan tanta nostalgia como las castañas. Son casi un icono de esta bucólica estación, cuando los bosques se tiñen de colores y el suelo se llena de hojas, setas y estos inconfundibles frutos que tanta importancia han tenido durante siglos en la economía y la cultura de muchas regiones de nuestro país.
El aroma de las castañas asadas tiene algo de mágico y reconfortante, pero se les puede sacar mucho más partido en la cocina. A la hora de cocinarlas es preferible elegir castañas de un calibre o tamaño similar, para que queden todas al punto por igual. Serán más fáciles de pelar las más abombadas, mientras que las muy planas te lo pondrán más difícil. Para asar castañas en casa lo ideal es recurrir a la típica sartén “castañera”, con agujeros, que se puede utilizar sobre leña, brasas o, si están adaptadas, el fuego de la placa de cocina. También pueden hacerse al horno o en el microondas, pero en todos los casos hay que practicarles un corte previo para evitar que exploten, y facilitar el posterior pelado.
El corte puede ser en cruz o una simple línea que atraviese la corteza más exterior y la piel interior, con un cuchillo bien afilado o serrado. En el horno estarán listas en unos 20 minutos, precalentado a 200ºC, según el tamaño y la potencia del electrodoméstico. Para cocerlas en el microondas, hay que pillarles el punto en función del aparato, pero suele bastar con 2 minutos y medio a 800W. No las pierdas de vista porque pueden explotar o generar mucho vapor si la potencia es excesiva.
Para cocinar con ellas y otras elaboraciones, otra opción es cocerlas en agua hirviendo, unos 10-20 minutos, según el tamaño y el punto en el que las queramos. Siempre sin olvidar el corte previo, y controlando la textura interior. Una vez semi-cocidas y peladas podemos terminar la cocción en leche, almíbar o azúcar, o usarlas para platos salados como rellenos y guarniciones de carnes, arroces, cremas de verduras, guisos de legumbres, sopas o salteados.
En el mundo podemos incorporarlas ya cocidas o asadas como si fueran cualquier otro fruto seco, enteras o picadas, a masas de bizcochos, galletas, magdalenas o tartas. Se pueden triturar para convertirlas casi en una harina, o para hacer cremas dulces, por ejemplo con chocolate, o postres de cuchara como natillas, pannacotta o natillas. La crema dulce de castañas es una conserva deliciosa, así como las castañas en almíbar.
Si nos quedamos con ganas de castañas fuera de temporada, en el mercado podemos encontrarlas cocidas en conserva al natural, congeladas, secas o en elaboraciones dulces de todo tipo, incluyendo mermeladas y distintos postres. Además, la harina de castañas es una delicia llena de aromas para experimentar con nuestras recetas de panadería y repostería, especialmente si se combina con chocolate y frutos secos.
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