Cuando llega el otoño y vemos como las hojas de los árboles se vuelven marrones, amarillas, rojizas y anaranjadas, inevitablemente se nos vienen a la cabeza frutos secos propios de esta estación como son las deliciosas castañas. Este fruto otoñal de color marrón claro, pequeño tamaño y textura exterior lisa y firme no es tan fácil de encontrar como se cree, de hecho ha habido bastante escasez en los últimos años debido a que cada vez hay menos bosques y cultivos de castaños. Pero en este caso estáis de suerte porque nosotros siempre tenemos las mejores castañas ecológicas a disposición de nuestros clientes en su temporada natural (sólo en otoño).
En definitiva, junto con la calabaza y los higos secos las castañas son los frutos por excelencia del otoño.
Habiendo leído estudios a cerca de este delicioso fruto seco nos damos cuenta de que los beneficios de las castañas para nuestra salud son muchos. Por ese motivo, antes de entrar en detalles debemos aconsejar al lector el consumo habitual de castañas en su época o temporada natural ya que estamos ante un alimento realmente saludable para nuestro organismo. Además, por si no lo sabías, hace miles de años, cuando en Europa casi todo el terreno eran bosques frondosos la castaña permitió al ser humano sobrevivir al duro invierno. En general, históricamente la castaña ha sido un fruto muy consumido en todo tipo de recetas como podemos saber gracias a determinados documentos de la Edad Media por tanto, siempre ha sido un alimento muy importante para la sociedad.

Las castañas poseen multitud de propiedades nutricionales. Para hacernos una idea, por cada 100 g de castañas podemos encontrar de 40g de hidratos de carbono, 40 g de agua, 5g de grasa y 4g de proteínas. Es un fruto sin a penas grasa y aunque sea considerado «fruto seco», como podemos apreciar posee un gran contenido de agua lo que contribuye a sus propiedades saludables. Además como veremos más adelante el gran volumen de fibra que presentan las castañas también es uno de sus puntos fuertes.
Las propiedades nutritivas de las castañas hacen que se puedan consumir en todo tipo de dietas. Como ya hemos dicho, el nivel de grasa es muy bajo, lo que hace que sea un fruto seco ideal para las dietas bajas en grasas prescritas para determinadas personas con el colesterol alto. A eso hay que añadir que la cantidad de azúcar natural es muy baja, por lo que también es un fruto ideal para el consumo por parte de personas con problemas de diabetes.
Su alto contenido en fibra hace las castañas sean enormemente digestivas y beneficiosas para el transito intestinal previniendo de problemas de estreñimiento y otras enfermedades relacionadas.
Si comparamos las castañas con otros frutos secos, veremos que este fruto es de los más nutritivos, digestivos y beneficiosos para la salud.
Otra de las propiedades de las castañas es su alta concentración de minerales y vitaminas. Este fruto concretamente cuenta con una buena aportación de vitamina E, B y ácido fólico. Dentro de su gran lista de minerales podemos destacar tu alto contenido en hierro, fósforo, sodio, magnesio, calcio, zinc y selenio. Esto hace que el consumo habitual de castañas en su temporada natural nos garantice una dosis ideal de minerales y vitaminas para reforzar nuestras defensas contra las enfermedades estacionales. En este sentido, muchos profesionales dentro del mundo de la medicina consideran a la castaña como un super-alimento.
Si realmente quieres disfrutar de un fruto seco saludable y delicioso, no lo dudes, las castañas son el alimento que necesitas.
Ya hemos visto las propiedades que contienen las castañas, evidentemente son las responsables de la multitud de beneficios que el consumo de castañas aporta a nuestra salud para reforzarla frente a ciertas dolencias y enfermedades. Podemos destacar los siguientes beneficios:



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